La corrosión en construcciones metálicas, es un proceso que destruye totalmente a los metales y sus aleaciones, provocado por una acción de fenómenos atmosféricos, químicos o electroquímica. Esto se traduce en: enormes daños en las estructuras.

Para que estos elementos contaminantes no se den, se debe de inspeccionar y dar un cuido excelente a estas estructuras.

Cualquier superficie metálica que esté exhibida a factores externos de corrosión, como viento, lluvia, agua de mar, sufre daños significativos que afectan la resistencia, durabilidad y estética de estos elementos.

La variación en el método empleado para cuidar las piezas de acero o diversos metales, depende precisamente del método o protección del metal, se recomienda que se utilice recubrimientos de alto desempeño y adecuados para los diferentes ambientes.

Existen productos de pinturas industriales que cumplen con las características que se requieren para el cuido de estas superficies:

  • Excelente resistencia a la abrasión, la corrosión y los químicos
  • Espesor de 16 a 24 milésimas (de 400 a 610 micras) en una sola capa (hasta 35 milésimas con curado inducido)
  • Compatible con protección catódica controlada
  • Apto para uso en áreas expuestas según las referencias de las siguientes especificaciones*:
  • Corp of Engineers C-200, C200a
  • AWWA C-210 para exteriores
  • SSPC-Pintura 16
  • Sistema de control de corrosión del Instituto de Tanques de Acero (Steel Tank Institute) STI-P3

Mantenimiento: Como la corrosión ocurre en la superficie del metal en contacto con un electrolito, como el agua, controlar el proceso depende de encontrar un medio que retarde dichas reacciones. Dependiendo del medio utilizado el control puede ser pasivo, por inhibición o protección (Barrera).

Algo importante es que además, en el proceso de verificación de corrosión estructural, lo más usado es la validación visual, la que permite establecer el grado de corrosión de un elemento y determinar si necesita un tratamiento de limpieza y pintura.

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