Cuando nos referimos a los materiales para la construcción, quizás muchos y muchas piensen en uno o dos: cemento o ladrillo. Sin embargo existe lista más amplia en donde podemos optar para emprender una obra.

Sin los materiales de construcción, no se podría llevar acabo la ejecución de una obra, pues estos son la materia prima usada para la fabricación de proyectos residenciales o comerciales. Aunque no solamente funcionan como elementos para acabados, sino utilizados en la formación de cimientos y estructuras, cerramientos e instalaciones.

Además estos se diferencian de la materia prima en su uso directo: de la materia prima (arcilla, arena, agua, etc), se elaboran los materiales de construcción (ladrillos, cemento, adobe y otros).

Elección del material de construcción

La elección del material de construcción dependerá de varios factores. Entre ellos, seguramente que el presupuesto o el precio  del material, esto tendrá mucha influencia, aunque su elección debe residir primariamente en la función a cumplir.

Las residencias de materiales livianos, como: encofrados, placas y maderas, seguramente serán más económicas y hasta más estéticas. Por el contrario, las de material (cemento, hormigón y otros) serán más resistentes.

Los materiales de construcción, así, deben tener ciertas características que los hacen más o menos apropiados para ciertos escenarios. Entre las cualidades analizadas encontraremos su densidad, coeficiente de dilatación, elasticidad, resistencia, plasticidad y algunos más.

Entre los materiales de construcción más utilizados, encontramos:

De arena: Estos son la arena en sí (sílice), el vidrio, la fibra de vidrio (aislante por excelencia), el vidrio celular y otros.

De arcilla: son el adobe (arena y arcilla con paja y agua), el cob (barro, arena y paja), los ladrillos de barro y el barro común.

De piedra: este grupo incluye al granito (muy usado en suelos y mesadas o encimeras), a los adoquines, el estético mármol, la pizarra, la grava, el canto rodado, y otros derivados, como la cal, el yeso, el cemento, el terrazo, las piedras artificiales y el fibrocemento.

El cemento, el hormigón y el mortero: El cemento y el hormigón son quizás los prioritarios para la construcción. El mortero, por su parte, se utiliza para el relleno y la fijación, creado con aditivos que, previa hidratación, se aplican a las estructuras ya formadas. El hormigón, por su parte, puede utilizarse por su cuenta o “armado”, con áridos (GRC) o en bloques prefabricados.

Entre los metálicos, encontraremos: el acero, el acero inoxidable y algunas piezas de fijación, principalmente de aluminio, zinc, cobre, plomo, titanio y aleaciones.

Finalmente, entre los sintéticos están los derivados del petróleo, alquitranes y polímeros. Son los plásticos, gomas, polipropileno, poliuretano, poliestireno, poliéster, el asfalto, la resina, las siliconas, incluso las pinturas y otros similares.

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