La restauración de un edificio, es un tema que afecta tanto a grandes como a pequeños propietarios. Todos los edificios tienen una vida útil más o menos limitada por la calidad de los materiales y su adecuación al uso, con mayor o menor resistencia frente al desgaste de todo tipo de agentes, y en su estabilidad y durabilidad también influyen las condiciones en las que se han levantado.

Por eso es necesario o realizar tareas de: rehabilitación, restauración y mantenimiento de fachadas en los edificios.

Existen multitud de tipos de fachadas de edificios, no importa la tipología, estética, ni el material que se haya utilizado, lo cierto es que se van deteriorándose con el paso del tiempo, ya sea por exposición a la contaminación, el humo de los vehículos, el clima, incluso si la elección de solución constructiva no ha sido la más adecuada para el entorno del edificio; son entre otros los diferentes factores en los que intervienen la conservación de nuestras fachadas.

Estos son los factores que hacen que con el tiempo la fachada de nuestra casa o edificio vaya perdiendo ese lustre de construcción nueva y el aspecto de buen estado de conservación; no hay que olvidar que la fachada es la primera imagen del edificio y que la primera impresión es la que queda.

Por no olvidar que el estado de conservación de la fachada no solo afecta al ornato público y estética del edificio, sino que puede implicar la existencia de problemas y patologías más importantes, que pueden ir desde una leve perdida de efectividad energética, con pérdidas de:

Estanqueidad, calefacción, aparición humedades y condensaciones, que sumándolas todas se transforman en la perdida en las condiciones de habitabilidad del edificio.

Lo más importante es que pueden afectar la seguridad del mismo edificio y a las personas que habitan en el e incluso a viajeros que transitan por la calle.

¿Qué debemos hacer? La respuesta es sencilla, el Mantenimiento de la Fachada mediante la renovación, reparación y rehabilitación a como mencionábamos al inicio del artículo,

El mantenimiento como ya hemos dicho consiste en renovar, reparar y rehabilitar (si fuera necesario) de los revestimientos, pinturas, aplacados, etc… En fin todo lo que compete a las fachadas de edificios.

Limpieza de las decoraciones. Una buena limpieza programada cada cierto tiempo da a conocer el estado de conservación de los materiales y si es necesario una intervención de rehabilitación de elementos de fachada más profunda.

Para la limpieza lo aconsejable es  instrumentos adecuados. El uso del agua a baja presión es la más aconsejable para no erosionar los paramentos. En caso de existir tierra o algo que se limpia  con agua, entonces utiliza una brocha de pintura fina para proceder a limpiar.

Elementos metálicos

Ante la existencia de elementos metálicos habría que realizar una inspección para evaluar su estado de conservación, fijación a el resto de la fachada e incluso renovar sus revestimientos para mejorar su conservación en el tiempo.

Y ante la aparición de alguna rajadura, hueco, grieta o cualquier tipo de hendidura, el tapado temporal con morteros reparadores como medida inicial, como parche hasta la evaluación del alcance de la lesión.

Es aconsejable que se pinte de forma periódica la fachada y tratado los elementos metálicos para mejorar su longevidad.

Estos son algunos puntos que ayudarán a que las fachadas de edificios se vean siempre como nuevas.

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